
Una vez más EEUU, coludido con los políticos y empresarios de diversos países en Latinoamérica, intenta dar golpes de estado en los países donde el pueblo y la clase trabajadora han generado transformaciones que apuntan a la mejora de las condiciones de vida de las grandes mayorías. Bolivia, Venezuela y Paraguay, intentan quitarse las cadenas de la dependencia económica del imperialismo norteamericano, cuyo modelo neoliberal azota diariamente a todos los pueblos de nuestra América y del mundo.
El caso boliviano ha cobrado más relevancia por las violentas intentonas golpistas de los poderosos de la media luna y por el clima interno que amenaza con romper la democracia e instaurar una dictadura militar, tal cual se hizo en todos los países americanos en la década de los setenta.
La UNASUR, que por una parte condena este clima violento, por el otro emplaza al Presidente Morales a transar con los golpistas, esto es, transar los intereses de la mayoría del pueblo que busca cambiar decididamente este modelo de desigualdades. El programa realizado por el pueblo y la clase trabajadora boliviana, no debe ser transado por nada ni nadie, los golpistas deben ser tratados como lo que son, unos criminales que han asesinado a mansalva a campesinos y obreros del hermano pueblo boliviano.
El caso Paraguayo no ha tenido ribete mediático, sin embargo, no extraña debido a que EEUU comienza a perder la hegemonía en Latinoamérica y los pueblos comienzan a radicalizar sus demandas hacia la transformación de este modelo. El plan golpista orquestado por militares traidores a su patria y fieles a los yanquis, ha sido denunciado por el propio presidente Fernando Lugo, quien en duros términos anunció sanciones para los traidores.
En Venezuela la situación es especialmente grave, ya que se descubrió un plan para asesinar al presidente Chávez , dicho plan sería ejecutado por diversos miembros golpistas del ejército, sin embargo, el plan de magnicidio fracasó y dejó entrever la determinación con que el imperialismo norteamericano está operando.
Los pueblos latinoamericanos debemos aprender de nuestros errores y no permitir nuevos derramamientos de sangre por culpa de EEUU y sus aliados, las burguesías nacionales. Debemos avanzar decididamente hacia un nuevo sistema guiado por la libertad y la felicidad para los pueblos.
El caso boliviano ha cobrado más relevancia por las violentas intentonas golpistas de los poderosos de la media luna y por el clima interno que amenaza con romper la democracia e instaurar una dictadura militar, tal cual se hizo en todos los países americanos en la década de los setenta.

El caso Paraguayo no ha tenido ribete mediático, sin embargo, no extraña debido a que EEUU comienza a perder la hegemonía en Latinoamérica y los pueblos comienzan a radicalizar sus demandas hacia la transformación de este modelo. El plan golpista orquestado por militares traidores a su patria y fieles a los yanquis, ha sido denunciado por el propio presidente Fernando Lugo, quien en duros términos anunció sanciones para los traidores.

En Venezuela la situación es especialmente grave, ya que se descubrió un plan para asesinar al presidente Chávez , dicho plan sería ejecutado por diversos miembros golpistas del ejército, sin embargo, el plan de magnicidio fracasó y dejó entrever la determinación con que el imperialismo norteamericano está operando.
Los pueblos latinoamericanos debemos aprender de nuestros errores y no permitir nuevos derramamientos de sangre por culpa de EEUU y sus aliados, las burguesías nacionales. Debemos avanzar decididamente hacia un nuevo sistema guiado por la libertad y la felicidad para los pueblos.
¡¡¡Porque los imperialistas no cederán, avancemos en la lucha popular!!!
Radio Popular Nueva Aurora, 97.7 FM
Escúchate, escúchanos (ahora también vía internet)
No hay comentarios:
Publicar un comentario